Los Referentes de la Antiguedad

     


    La arquitectura de la antigüedad se distingue por su capacidad para combinar avances técnicos, simbolismo y una profunda conexión con las creencias y valores de las civilizaciones que la crearon. Entre las construcciones más icónicas está el Domo de la Roca, ubicado en Jerusalén y construido en el siglo VII por el Califato Omeya. Este santuario, conocido por su majestuosa cúpula dorada y diseño octogonal, combina influencias bizantinas con elementos islámicos, marcando un punto de inflexión en la arquitectura religiosa. Su cúpula no solo resalta visualmente, sino que también simboliza la conexión entre lo humano y lo divino, estableciendo un modelo para futuras construcciones islámicas.

Otro referente clave es el Partenón de Atenas, terminado en el siglo V a.C. durante el auge de la Grecia clásica. Este templo dedicado a la diosa Atenea es una obra maestra del orden dórico, famoso por sus proporciones precisas y su capacidad para corregir ilusiones ópticas. Más allá de su perfección estética, el Partenón representaba los ideales de democracia y racionalidad de la cultura griega. Su influencia es evidente en la arquitectura occidental, especialmente en edificios públicos que buscan transmitir autoridad y equilibrio.

En el contexto romano, el Coliseo es un referente destacado de la antigüedad, inaugurado en el año 80 d.C. Este anfiteatro monumental fue un logro técnico y social, diseñado para albergar grandes multitudes mediante un sistema de graderías eficiente y arcos de medio punto que garantizaban estabilidad. Además de su funcionalidad, el Coliseo refleja el poder del Imperio Romano y su capacidad para integrar el entretenimiento en la vida cívica. La ingeniería romana detrás de su construcción, como el uso del hormigón, sentó las bases para muchas técnicas modernas de construcción.

Por su parte, las Pirámides de Giza en Egipto, construidas hace más de 4,500 años, son un testimonio de la sofisticación de las civilizaciones antiguas. La Gran Pirámide de Keops, en particular, destaca por su escala monumental y precisión arquitectónica. Estas estructuras fueron diseñadas como tumbas para los faraones, pero también como reflejo de sus creencias sobre la vida después de la muerte y la conexión con los dioses. Su alineación exacta con los puntos cardinales y su resistencia al paso del tiempo siguen siendo objeto de admiración y estudio.

Cada uno de estos referentes arquitectónicos encarna los valores y el conocimiento de sus respectivas culturas. Desde el simbolismo espiritual del Domo de la Roca hasta la monumentalidad de las pirámides, estas obras maestras nos recuerdan que la arquitectura no es solo técnica, sino también una forma de comunicación cultural. Aún hoy, su legado perdura como una fuente inagotable de inspiración y aprendizaje para arquitectos, historiadores y amantes del arte en todo el mundo.

David A. Figueroa, Abed Soto

Referencias: 4211 enlaces - 3121-4211 (isado.net)

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